Cuando se trata de una piel radiante, articulaciones fuertes y soporte muscular, el colágeno en polvo suele ocupar el centro del escenario. Las estanterías están llenas de colágeno en polvo de origen animal o marino que prometen ofrecer estos beneficios directamente. Pero, ¿y si la clave para obtener estos resultados radica en estimular la producción natural de colágeno de tu cuerpo?
Descubramos por qué generar tu propio colágeno podría ser más efectivo, sostenible y la opción más inteligente para tu salud a largo plazo.

En primer lugar, ¿qué es el colágeno y por qué importa?
El colágeno es una proteína que mantiene tu piel firme, tus articulaciones flexibles y tus tejidos conectivos fuertes. También está involucrado en tareas esenciales como la reparación del cuerpo y el apoyo al sistema inmunológico.
Existen dos tipos principales de colágeno que juegan roles importantes para mantenerte en tu mejor forma:
- Colágeno Tipo I: Es el más abundante en tu cuerpo, representando aproximadamente el 90% del colágeno total. Se encuentra en la piel, huesos, tendones y ligamentos, proporcionando fuerza y estructura. Los aminoácidos de origen vegetal como la glicina, prolina y lisina son clave para su producción, junto con la vitamina C, que fortalece y estabiliza las fibras de colágeno.
- Colágeno Tipo II: Se encuentra principalmente en el cartílago, donde amortigua las articulaciones y las mantiene flexibles.
¿Vale la pena el colágeno en polvo?
Los suplementos de colágeno no reemplazan directamente las reservas de colágeno de tu cuerpo. Una vez consumidos, se descomponen en aminoácidos, como cualquier otra proteína, y tu cuerpo decide cómo utilizarlos. La verdadera magia radica en apoyar la capacidad natural de tu cuerpo para producir colágeno, proporcionando los bloques de construcción adecuados, como proteínas de origen vegetal, vitamina C, zinc y cobre.
Este enfoque holístico no solo respalda la producción de colágeno donde más se necesita, sino que también promueve la salud a largo plazo para tu piel, articulaciones y bienestar general.
¿Por qué es mejor para tu salud aumentar el colágeno de forma natural?
Aunque a menudo se asocia con fuentes animales, las proteínas completas de origen vegetal y los alimentos antiinflamatorios pueden apoyar la producción natural de colágeno y la salud de las articulaciones, sin los problemas digestivos asociados con los suplementos de colágeno de origen animal.
Al enfocarte en lo que tu cuerpo necesita para fabricar su propio colágeno, no solo estás cuidando un área específica, sino que estás beneficiando tu piel, articulaciones y vitalidad en general.
Es lo que tu cuerpo sabe hacer mejor.
Tu cuerpo está diseñado para producir su propio colágeno, adaptado a sus necesidades específicas. Al suministrar los nutrientes adecuados—como aminoácidos, vitamina C, zinc y cobre—respaldas un sistema perfeccionado durante milenios. Esto asegura que el colágeno se cree exactamente donde se necesita, ya sea Tipo I para la piel y tendones o Tipo II para la salud del cartílago.
Más allá de la superficie de la piel.
Los suplementos de colágeno de origen animal provienen de la piel y huesos de vacas, cerdos o peces, lo que plantea preocupaciones de salud, microbioma intestinal y sostenibilidad. Además, depender de suplementos de colágeno puede eludir el proceso natural de producción del cuerpo. En cambio, al apoyar tu cuerpo con proteínas vegetales ricas en nutrientes, aminoácidos y cofactores esenciales, promueves y sostienes la producción de colágeno de forma natural y efectiva.
Cómo puedes aumentar el colágeno de forma natural
1. Consume proteínas completas: Incorpora alimentos ricos en proteínas de origen vegetal o suplementos en tu dieta. A diferencia de las proteínas animales, las vegetales son naturalmente antiinflamatorias, creando un ambiente ideal para la síntesis de colágeno. Además, proporcionan todos los aminoácidos esenciales, fibra añadida y una diversidad de micronutrientes vitales.
2. Soporte vitamínico: A y C:
- Vitamina C: Clave en la producción de colágeno que fortalece y estabiliza las fibras. Consume frutas cítricas, pimientos y hojas verdes.
- Vitamina A: Fundamental en la regeneración de la piel y protección del colágeno. Añade batatas, zanahorias o verduras de hojas oscuras.
3. Soporte mineral: Zinc y cobre son esenciales para la síntesis de colágeno. Nueces, semillas y legumbres, como semillas de chía o de calabaza, son excelentes fuentes.
4. Entrenamiento de bajo impacto: Actividades como pilates o entrenamiento de resistencia fortalecen los músculos y tejidos conectivos, fomentando la creación de colágeno Tipo I y Tipo II.
5. Reduce azúcares y carbohidratos procesados: El exceso de azúcar puede endurecer el colágeno, reduciendo su eficacia. Cambia los dulces por alimentos integrales como frutas, verduras, garbanzos tostados y frutos secos.
6. Hidrátate bien: El colágeno prospera en un cuerpo bien hidratado. Consume hasta 2.7 litros de agua al día para mujeres y 3.7 litros para hombres, ajustando según el ejercicio y el clima.
Alimentos que estimulan el colágeno
- Glicina: Semillas de calabaza, quinoa, lentejas, frijoles negros, espirulina.
- Prolina: Col, espárragos, productos de soja, champiñones.
- Lisina: Tofu, garbanzos, frijoles rojos, guisantes partidos.
- Arginina: Almendras, nueces, semillas de sésamo.
Apoyo natural:
Una proteína vegetal en polvo de alta calidad y superalimentos ricos en vitaminas puede darte el impulso necesario sin depender de suplementos costosos e insostenibles.
Receta de batido para estimular el colágeno
- 1 scoop de proteína sabor vainilla de Fitago
- Un puñado de espinacas
- ½ kiwi
- Un chorrito de jugo de limón
- 1 taza de mango o piña (frescos o congelados)
- 1 cucharadita de semillas de chía
- 250 ml de agua de coco o agua natural.
Mezcla todo hasta obtener una textura suave y disfruta de una bebida refrescante que apoya naturalmente tu colágeno.